El doctor Joel Kahn viene tratando pacientes cardíacos desde hace 25 años; es profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad de Wayne State, la mayor escuela médica de Estados Unidos. También educa al público a través de artículos, videos y mensajes por TV. Es dueño de un restaurante vegetariano en el suburbio de Detroit.
Todas estas tareas sirven para el mismo propósito: difundir el mensaje de que la salud comienza al final de tu tenedor (o, como algunos restaurantes podrían decir, coloca tu dinero donde está tu boca).
El doctor Kahn ha incorporado la costumbre de tomar jugos de frutas y verduras en su propia práctica de salud a través de los años, y se lo ha recomendado y demostrado a muchos pacientes. En la Universidad de Wayne State debe enseñar medicina solo de formas sustentadas por la investigación y la fisiología humana.
Todavía no ha conseguido inclinar a la Facultad de Medicina a sostener esta práctica de los jugos. Quizás todavía no hay estudios fehacientes acerca del jugo natural contra los placebos, que demuestren arterias más limpias o una salud mitocondrial superior. Sin embargo, el doctor Kahn sostiene que la práctica de beber jugos con frutas y verduras –particularmente sin pasteurizar, para conservar tantos nutrientes como sea posible- es un buen hábito. A continuación están sus razones.
Los adultos no consumen suficientes frutas y verduras
¿Sorprendente? De todos los hábitos de salud recomendados por la Asociación Cardíaca Americana para alcanzar un mejoramiento del 20% en la salud cardíaca general para 2020, fallamos miserablemente en alcanzar una dieta ideal. Por ejemplo, el 20% de los adultos norteamericanos fuman, solo la mitad se ejercita regularmente, y mientras el 30% tiene un peso corporal ideal, menos del 1% mantiene una dieta rica en vegetales y frutas. La meta de la Asociación es incrementar esto a un increíble 1.2% para 2020. ¡Vergonzoso!
Los niños tampoco consumen suficientes frutas y verduras
Diversas encuestas de patrones alimenticios en niños muestran un incremento cero en la última década en el número de porciones diarias de vegetales que comen los niños. Ninguno de los grupos estudiados cumplió la meta de la Asociación Cardíaca Americana de 1,1 porciones de vegetales cada 1000 calorías. Del otro lado, al menos la ingesta infantil de frutas se incrementó ligeramente en los últimos 10 años.
Nuestro rango de sodio y potasio necesita un cambio
La dieta occidental tiene demasiado sodio, particularmente en alimentos procesados, y es deficiente en potasio. Este giro del rango normal que se encuentra en las comidas integrales y las dietas basadas en vegetales lleva a la hipertensión y las deficiencias arteriales. Las verduras ofrecen un medio para restaurar este rango a un balance más saludable.
Estamos perdiendo magnesio dietario
El magnesio es un co-factor en más de 300 enzimas en el organismo y es crucial para la salud del corazón, el cerebro, los sistemas respiratorio y reproductivo y el índice glucémico. Se estima que más del 80% de las dietas norteamericanas presentan un déficit diario de magnesio. Tanto las frutas y verduras como los frutos secos y las semillas son ricas fuentes de magnesio, e incrementar su ingesta mejorará nuestra salud general.
Beber incluso jugo de baja calidad tiene sus beneficios
A pesar de que nos faltan buenos estudios científicos sobre los jugos prensados en frío, muchos de nosotros damos fe de haber visto mejoramientos en nuestras clínicas. De todos modos, incluso los jugos producidos en condiciones menos que ideales han demostrado incrementar el nivel de antioxidantes, ayudar en la pérdida de peso y reducir la presión sanguínea.
Los hechos científicos que el doctor Kahn repasa aquí podrían reforzar su defensa ante sus colegas universitarios de la práctica de tomar jugos frescos de frutas y verduras, como un camino hacia una óptima salud general, tanto para adultos como para niños. Tomar jugos es una forma de contrarrestar la dieta occidental, aumentando eficientemente la ingesta de vitaminas, antioxidantes, minerales y fitonutrientes.
Siempre debes motivarte a consumir tantos alimentos de origen vegetal enteros como puedas, tanto crudos como cocidos; y tomar jugos puede llevarte hasta lo más alto, disfrutando de las mejores posibilidades de salud y longevidad en una sociedad que favorece las dietas pobres en nutrientes, procesadas y de comida rápida. Habrá que esperar el día en que los jugos frescos de frutas y verduras reemplacen las donas y la panceta en las cafeterías de los hospitales.
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