Muchos de los restos de nutrientes y otros desechos que nuestro cuerpo no es capaz de digerir o filtrar van acumulándose en las ondulaciones de los intestinos, afectando al correcto funcionamiento de nuestro organismo, perjudicando nuestra salud y favoreciendo el sobrepeso, la falta de energía y el dolor de cabeza, entre otros trastornos.
La opción más saludable y eficaz para eliminar las toxinas y desechos del colon es consumir alimentos ricos en fibra, ya que ésta, al no ser digerida por nuestro organismo, actúa como un rastrillo al arrastrar hacia el exterior las sustancias nocivas que nuestro cuerpo no necesita, favoreciendo a su vez la motilidad intestinal (y combatiendo el estreñimiento).
En el artículo de hoy vamos a aprender a elaborar una sencilla bebida casera que nos resultará muy útil tanto para limpiar el colon como bajar de peso, gracias a la selección de ingredientes que hemos elegido:
Por un lado vamos a utilizar manzana, una fruta con un alto contenido de pectina (fibra soluble) que nos ayuda a combatir el estreñimiento y mantenernos saciados por más tiempo, evitando así el picoteo entre horas, uno de los hábitos que más nos hace engordar.
Por otro lado emplearemos linaza, semillas ricas en fibra y ácidos grasos omega 3. Además de ser un gran remedio depurador contra el estreñimiento, nos ayuda a mejorar la absorción de nutrientes, aligerar la digestión, reducir el riesgo de desarrollar cáncer de colon y a proteger nuestro corazón.
Por último destacar las semillas de chía, un alimento que se está volviendo muy popular por su excelente capacidad limpiadora, su alto contenido en fibra y sus grandes propiedades nutricionales y saludables. Una opción a incluir en cualquier dieta de adelgazamiento.
¿Qué necesitamos?
Para elaborar esta sencilla bebida casera lo único que vamos a necesitar es 1 manzana, 1 cucharada de semillas de chía y otra de linaza, 1 vaso de agua y miel.
Cómo elaborar la bebida depuradora y adelgazante
Vierte en un recipiente el vaso de agua, la manzana bien lavada cortada en trozos y una cucharada de semillas de linaza. Bátelo todo durante unos segundos hasta que quede bien integrado. Pásalo después a un vaso limpio y añade las semillas de chía. Déjalas reposar unos minutos hasta que se deshagan, añade una cucharada de miel y tómala en ayunas cada día, durante el tiempo que sea necesario.
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