¿Sientes dolor de estómago y fatiga a diario? ¿Tienes urticaria o alergias en la piel? Si es así, debes saber que podrías estar padeciendo el síndrome del intestino permeable.
Esta condición no es muy conocida entre la población y la mayor parte de las veces se ignora por su parecido con otras afecciones comunes.
Lo cierto es que los casos de afectados han incrementado en los últimos años y crece la preocupación por la falta de información que hay en la comunidad.
Para empezar a entenderlo es primordial saber que el sistema digestivo desempeña un papel principal en la salud general del cuerpo.
Si este comienza a fallar, lo más probable es que se desencadenen una serie de síntomas y enfermedades que desmejoran la calidad de vida.
Justamente por esto, el desarrollar hiperpermeabilidad intestinal supone un grave problema que debe atenderse a tiempo.
¿Qué es el síndrome del intestino permeable?
Por naturaleza, el intestino es permeable y deja pasar moléculas diminutas para que el organismo pueda absorber los nutrientes que provienen de los alimentos.
De hecho, las células que se encuentran en las paredes intestinales tienen la función de regular esa permeabilidad.
El problema ocurre cuando se desencadena una fuerte inflamación en las paredes, que permite fugas de toxinas, microbios y restos de comida hacia el flujo sanguíneo.
Como estos empiezan a transportarse por todo el cuerpo, el sistema inmunológico los identifica como invasores y genera respuestas inmunes que se manifiestan a través de diversos síntomas.
Debido a esto, se ha determinado que la salud gastrointestinal participa en la regulación de gran parte de los sistemas del cuerpo.
Aunque no se ha señalado su papel exacto con relación a otras enfermedades, hay muchas pruebas que muestran que la hiperpermeabilidad intestinal tiene un fuerte vínculo con otras patologías.
¿Cuáles son las causas del síndrome del intestino permeable?
La causa de la permeabilidad intestinal aumentada continúa siendo un tema de debate en la comunidad científica.
Sin embargo, por los casos que se han estudiado, se ha podido determinar que hay algunos factores relacionados.
Alimentación
El consumo excesivo de gluten es una de las causas principales de esta condición. Este incrementa la respuesta inflamatoria del intestino, lo que facilita el paso de los desechos hacia la sangre.
Además, a esto se le suma el agravante de los azúcares refinados, las comidas procesadas y las harinas que se incorporan de forma frecuente en la dieta.
Infecciones
El padecer algunos tipos de infecciones también aumenta el riesgo de desarrollar este síndrome. La candidiasis, las lombrices intestinales, la proliferación del H. Pylori y el sobrecrecimiento bacteriano del intestino delgado (SIBO) son algunos asociados.
Toxinas
Las toxinas que llegan al organismo ocasionan graves problemas de salud cuando no se eliminan de forma adecuada.
Estas se encuentran en varios tipos de fármacos como los antiácidos y los antibióticos. También hay altas concentraciones en el ambiente debido a los pesticidas, desechos industriales y la contaminación en general.
Estrés
Estar expuestos de manera constante al estrés causa debilitamiento del sistema inmunológico y muchas veces altera los procesos inflamatorios del cuerpo.
Todo tipo de factor que incremente la inflamación en el tracto digestivo puede conducir a tener un intestino enfermo.
¿Cómo puede afectar la salud el intestino permeable?
Por la presencia de toxinas y materiales intestinales en el torrente sanguíneo, el síndrome de intestino permeable tiene mucho que ver con diversos trastornos y alergias.
Las condiciones más llamativas son el síndrome de fatiga crónica y la depresión que, al parecer, se desencadenan por la acción de los anticuerpos que tratan de eliminar las bacterias gram-negativas que se filtran en la sangre.
No obstante, además de estas dos, hay otras afecciones con las que se le ha relacionado:
Distensión y gases intestinales.
Diarrea o estreñimiento.
Síndrome del colon irritable.
Colitis ulcerosa.
Artritis reumatoide.
Celiaquía.
Lupus o psoriasis.
Alergias estacionales y asma.
Sinusitis crónica.
Eccema.
Urticaria.
Acné crónico.
Rosácea.
Síndrome de ovario poliquístico.
Fibromialgia.
Candidiasis.
Intolerancias alimentarias.
Cefaleas y migrañas.
Tener episodios constantes de estas afecciones o presentar varias al tiempo puede ser un indicio de permeabilidad intestinal aumentada.
En estos casos lo más conveniente es consultar al médico y revisar los posibles hábitos que lo pueden estar causando.
Como complemento al tratamiento puede aumentarse el consumo de probióticos, omega 3 y minerales esenciales.
Así mismo, se deben ingerir más frutas y vegetales crudos que contengan agua, fibra y antioxidantes.
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