Si crees tener problemas de riñón conocer qué síntomas o signos producen las enfermedades renales más habituales te ayudará a descubrir si es cierto o no.
Es muy común que nos preocupemos de la salud de nuestro hígado (por ejemplo cuando tomamos alguna copa de alcohol), de nuestro corazón (si tendemos a comer muchas grasas o cantidades excesivas de comida basura), o de nuestros pulmones (si tendemos a fumar algún cigarrillo de vez en cuando). Pero, ¿y qué ocurre con nuestros riñones, y sobre todo, con las importantísimas funciones de los riñones? Lo cierto es que no solemos acordarnos de ellos hasta que en algún análisis de sangre rutinario nos encuentran valores altos de creatinina, o ante la presencia de proteína en la orina. O, simplemente, cuando de repente nuestra presión arterial se eleva.
Sea como fuere, como de buen seguro sabrás, los riñones son dos órganos importantísimos para la vida, fundamentales en el proceso de desintoxicación y depuración de nuestro organismo. Son, de hecho, uno de los principales filtros de nuestra sangre: la depuran reteniendo aquello que nuestro organismo necesita y puede aprovechar, y elimina solo aquello que debemos desechar a través de la orina. Pero además de esta función principal también son imprescindibles para la correcta regulación de nuestra presión arterial, estimulan la producción de los glóbulos rojos en la sangre o se encargan de regular el equilibrio hidrosalino de nuestro organismo.
Por lo general suele ser habitual no sentir molestias ni dolor de riñones a no ser que alguna patología, enfermedad o afección los afecte. Entre los principales problemas que más tienden a surgir podemos mencionar tres: los cálculos renales, la presencia de arenilla en los riñones, y los quistes. Más aún, no siempre tiende a ser común que surjan determinados síntomas a pesar de que la salud renal no pueda encontrarse al cien por cien. Un ejemplo claro lo encontramos en la hipertensión arterial, que al igual que el colesterol alto no tienden a causar síntomas hasta que no es demasiado tarde.
No obstante, eso no es impedimento para que surjan o aparezcan signos o síntomas que pueden ayudarnos a descubrir si en realidad estamos sufriendo una afección o enfermedad renal.
Los síntomas que nos pueden avisar de un problema de riñón
Antes de hablar acerca de los síntomas o signos que pueden aparecer cuando sufrimos alguna enfermedad o afección renal es sumamente útil saber que las distintas enfermedades renales pueden ser agrupadas bajo las siguientes categorías:
Aguda o crónica.
Hereditaria o adquirida.
Primaria (no surge de una enfermedad generalizada) o Secundaria (surge con el curso de determinadas enfermedades generalizadas).
En muchas ocasiones la enfermedad renal puede desarrollarse muy rápidamente, momento en el que desde un punto de vista médico es conocida como lesión aguda de los riñones. No obstante, la forma más común de enfermedad renal es aquella que ocurre poco a poco y lentamente, a través de un periodo largo de tiempo (es lo que médicamente se conoce como enfermedad crónica de los riñones).
La orina: cambios en la micción y en el olor
Es, probablemente, uno de los síntomas mas comunes y habituales que aparecen cuando existe algún problema o enfermedad en los riñones. Por ejemplo, es común que la orina pueda ser más oscura o rojiza si contiene sangre, ser más pálida y transparente, o aparecer espuma o con burbujas (es común cuando existe mucha proteína en la orina).
Por otro lado, también es común que se produzcan cambios en la micción: es posible que tengas la necesidad de orinar más veces (tanto durante el día como durante la noche) o que incluso tengas dificultades para orinar.
Hinchazón y retención de líquidos
Cuando los riñones funcionan de forma adecuada, y su función se encuentra al 100%, tienden a depurar bien la cantidad de líquidos que tomamos o consumimos así como todos los desechos innecesarios que nuestro organismo no puede aprovechar.
Pero cuando existe un problema renal no es posible que se deshagan de aquellos fluidos y líquidos que ya no son necesarios, de manera que se tienden a acumular en nuestro cuerpo. Por ello, es común la retención de líquidos, especialmente causando la inflamación de las piernas y los tobillos.
Dolor lumbar o en la espalda
Es otro de los síntomas relacionados con enfermedades renales, especialmente con los cálculos renales o los quistes. Aunque es cierto que en el caso de piedras en el riñón, el molesto e incómodo dolor lumbar tiende a aparecer como cólicos tremendamente dolorosos.
Por ello debemos prestar atención al dolor lumbar o en la espalda baja cuando se mantiene durante días y no ha surgido como consecuencia de una mala postura o de haber cargado peso de forma poco adecuada.
Náuseas, mareos y vómitos
Es común que surjan mareos, náuseas o vómitos como consecuencia de la concentración de urea en la sangre, la cual se acumula cuando los riñones no son del todo capaces de filtrar la sangre de forma adecuada. Consiste en una condición médica conocida con el nombre de uremia, y se trata más bien de un conjunto de síntomas no solo digestivos, sino también cerebrales, respiratorios y circulatorios.
Sabor metálico en la boca (o a amoníaco)
Cuando existen problemas en los riñones la acumulación de desechos en la sangre, como es el caso de la urea, tiende a producir otros síntomas relacionados como por ejemplo tener la sensación de sabor metálico en la boca, o aliento a amoníaco, el cual no desaparece aunque nos cepillemos los dientes o comamos.
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